El día que scouts de El Salvador rescataron personas en un atentado

El 24 de marzo de 1980 había muerto en un atentado el arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, luego de dedicar gran parte de su vida a defender los derechos humanos en su país. En esos años Centroamérica (especialmente El Salvador) pasaba por una crisis social y política que derivó en una Guerra Civil, violencia, gobiernos autoritarios y antidemocráticos.

El 30 de ese mes sería su sepelio en la Catedral Metropolitana. Obviamente una multitud fue a despedir a quien defendió los derechos humanos, especialmente de las personas más vulnerables de la sociedad.

Integrantes de diversos grupos scouts también se presentaron con uniforme y pañoleta para llorar a quien quiso evitar un enfrentamiento armado.

En el instante que el cardenal mexicano Ernesto Corripio Ahumada, representante personal del Papa Juan Pablo II, mencionaba la frase «el hombre no puede ser destruido por el mismo hombre», estalló una bomba en el lugar. Eran las 11.45  de la mañana, y luego del bombazo siguieron disparos desde distintos lugares hacia los asistentes. Casi al mismo tiempo se registraron incendios de locales comerciales y vehículos estacionados.

La multitud intentó huir, pero el sitio se transformó en un horror, algunos huyeron en sus autos y atropellaron a quien se les pasara en frente. Murieron ese mediodía un sinfín de niños, niñas, ancianos y mujeres.

En la Catedral y alrededores se veía como un montón de personas caían al suelo por las heridas de bala, golpes y atropellos.

Al rescate salieron los scouts presentes, que asistían al sepelio. No dudaron en ponerse al hombro los cuerpos y trasladarlos a un sitio mejor. Otros, ayudaron a evacuar a quienes se mantenían con vida para salir de allí con rapidez.

“Ese día en Catedral se probó la valía de nuestros jóvenes y sus dirigentes quienes también demostraron que nuestra consigna «Servir» va más allá. A ellos, desde aquí, un homenaje a ellos y un llamado (otra vez) a no perder estas fechas de nuestra memoria”, relata Pedro Lemus Guardado, autor del artículo “El día que «Servir» fue más que una consigna”, publicado en la web del grupo Grupo Scout 17 “Los Talapos” de El Salvador y que en Patioscout nos pareció muy relevante volver a contar.

Son miles los scouts y guías del mundo que con acciones como éstas siguen promoviendo la paz mundial, la fraternidad y el servicio con la comunidad. ¡Vive el Movimiento!